martes, 22 de febrero de 2011

Watering the seeds

Hoy te das cuenta que no posees gran cosa en la vida. Tu celular es de hace como 4 años, ganas la a veces insuficiente cantidad de $1000 al mes que te dejan las clases sabatinas de matemáticas en una fábrica porque tu proyecto de investigación no te remunera, los zapatos que usaste hoy y se empolvan cada vez más por cada caminata que haces de la parada de autobús hasta tu edificio en el campus nuevo de la universidad costaron $100, tu guardarropa necesita renovación porque ya no tienes pantalones y los muebles de tu cuarto fueron en su mayoría donados por alguna persona, excepto la cama, la lámpara y el buró. 

Hoy te das cuenta que posees una enorme riqueza. Tu familia es hermosa, tus padres cada día te repiten cuánto te quieren, ves a tus hermanos crecer como seres humanos con cada paso y cada domingo eres partícipe de una profunda unión familiar que tiene su centro en la casa de los abuelos, donde se reúnen tíos y primos para platicar, bromear y algo que todos adoran: comer las delicias que preparan esas mujeres con el don de una incomparable sazón, tu madre y tu abuelita. El proyecto que estás haciendo te llena en lo profesional, estar en un laboratorio con una investigación que intenta reducir la contaminación ambiental a través del uso de energías alternativas y te da además la oportunidad de publicar en una revista científica internacional. La oportunidad de dar clases a quienes tienen tanto que enseñarte es un regalo de vida. Tu mente se despeja y la paz acude a tu alma con cada caminata que haces para llegar al laboratorio, con cada visita que haces al centro de investigación aunque para llegar a él tengas que atravesar por un paisaje de montañas e interminables cielos azules. Tus amigos son maravillosos. 

Hoy pensaste en todas estas cosas y cómo cada quién le da diferentes valores a la vida. Has disfrutado de una posición económica privilegiada a comparación de la media de tu país y también has tenido que sobrevivir con $25 diarios, has comido en lugares lujosos pero sigues prefiriendo la sazón sin par de tu madre. Has estado deprimida por tres meses y has salido de eso más fuerte que nunca. Has tratado –tratas- de vivir libre y sigues buscando respuestas, pero hoy lloraste de camino a casa porque de repente entendiste cuán feliz eres, que estás donde quieres en este momento y que la vida hasta ahora aún te debe cosas, pero las va pagando poco a poco y trayendo consigo enormes enseñanzas. 

Hoy te siento libre, completa, maravillosa. 

¿Qué le da sentido a la vida? ¿Cómo se encuentra la felicidad?
Hoy hice un papalote y salí a volarlo en medio del campus. 

Epílogo: 

Si me preguntaras hoy qué me hace falta en la vida, diría que nomás unos zapatos más cómodos. 

Pintura: óleo sobre tela, que puedes encontrar acá
 If you want happiness to bloom within you….simply water the seeds. 

Thich Nhat Hanh

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