domingo, 6 de febrero de 2011

Biografía. Curiosidades de mi vida!

Nací cuando faltaban 15 minutos para que diera la una de la mañana de un 18 de julio de 1990. Era verano y un poco tarde con respecto a lo que los doctores habían dicho. Los dolores de parto que provoqué a mamá le hicieron tomar la decisión de volverme su segundo y último hijo, para luego cerrar la producción.

Mi madre fue ama de casa desde que se casó con mi padre, ahora están por cumplir 25 años de matrimonio, un hecho del que en ocasiones, se culpa a mi hermano.
Mi padre era comerciante desde muchos años antes, cuando dejó la Universidad por ganar más dinero. Mi hermano tenía cuatro años y no estaba muy contento con la idea de tener un hermano menor.

Para el momento en que yo nací, la Ciudad de México era un lugar tranquilo, aunque comenzaban a escucharse notas sobre bancazos, robos de autos y faltaba poco, para otra de las crisis que han azotado al país. La contaminación hacía de la capital, un lugar un tanto gris, con altos edificios y miles de automóviles.

Mi primer recuerdo me remite a un viaje por avión. Iba a una playa de Oaxaca con mis papás y mi hermano. Estoy sentado en las piernas de mamá, me asomo por la ventana y veo unas manchas de color rosa y algunos brillos anaranjados. Ahora sé que son las nubes y aunque tenía sólo dos años, ese recuerdo me quedó grabado para lo que me queda.

Pasé por un kínder en el que todos los días tiraba mi sándwich a la basura y luego me arrepentí. Tuve mi primera novia, aunque yo quería a otra. Tuve mi primer episodio de miedo a la vida en pareja.

Luego, nos atacó la crisis, el negocio de papá.  El dinero se acabó y los lujos se fueron. Nos fuimos a otra escuela con muchas monjas. Conocí a mis primeros amigos que usaban lonchera de Barney y playera de elefantes. Vi la ropa de interior de las niñas y comí jabón por primera vez. Recé todas las mañanas y me confesé una ocasión cada mes, me hice de la reputación de “nerd” pero sin tener enemigos. Corría en los recreos con mis amigos y me rompí la nariz solo.

Me fui haciendo grande y tuve buenas calificaciones. Fui reprendido 4 veces por querer a una niña en tercer grado. Una monja con canas y rizos puso un ultimátum a mis hazañas con los compañeros de clase y tuve un periódico escolar que me trajo muy buenos ratos y mi primer amor de verdad.


Tenía fama de inteligente aunque las cosas cambiaban. Reí mucho y conocí buenos amigos. Conocí los reportes grupales y fui herido en guerras con comida. Me hice un futbolista de la calle y de la escuela. Las religiosas se emocionaron cuando llené de goles el patio. Le rompí la nariz a uno de los gemelos más populares de la secundaria y participé de varios incendios y matanzas de ranas en el laboratorio. Tuve una novia menor a la que nunca dije adiós.

Hice mi examen para la preparatoria y tuve que despedirme de mis antiguos amigos. Los mismos de la primaria y secundaria, casi no los he vuelto a ver. Me quedé en la misma escuela en que estuvo mi hermano y salió por amor. Conocí a mis mejores amigos y aprendí lo que eran las horas libres. Pasé de ser un ñoño a pasar horas en un billar y convertirme en un buen alumno. Conocí el amor y lo olvidé, lo reconocí y le dejé de hacer caso. Un día odié al futbol para siempre y no quise dedicarme a eso. Conocí mejor a la literatura y fui el consentido de la maestra. Tuve 3 novias en menos de un mes y nunca me sentí orgulloso.

 
Entonces era hora de descubrir lo que haría con mi vida, habría que tomar una decisión y entré a un taller, me lo pregunté y elegí las ciencias sociales. 

Quería escribir, llevaba toda la vida leyendo y escribiendo cosas que nadie leía. Descubrí que la vida era muy interesante y sabía que no debía desperdiciar ni un momento de los que me quedaban. Retornaron mis miedos de la infancia a morir y comencé una carrera.

Entré a la Universidad y tuve miedo por no hacer lo correcto. Me vi en un salón con mucha más gente y pensé que no hacía lo que debía. Yo no me parecía a ellos. Muchos hablaban y hablaban cosas que en ocasiones no llevaban a nada. Pero conocí a gente que sí sabía lo que decía, gente que no adulaba, que proponía. Me di cuenta de la Universidad y la enorme misión que yo le había encomendado a mi yo. Era hora de volverse el mejor, de comenzar a trabajar más fuerte. De aprender mucho más. Empecé a sacarle jugo a mi tiempo, aprendí a disfrutar de una biblioteca y disfrutar un día de parranda con los amigos.


Conocí más cantinas, bares, billares y descubrí más sabores del pulque. Conocí más autores, teorías, razones y quise cambiar al mundo. Varias veces cambié mi mundo junto a alguien.

Varias veces me monté en un autobús con muchos más como yo dispuesto a la aventura. Me perdí en la sierra y sin playera, me encontré con piquetes de mosco y muy lejos, me quedé dormido parado, conocí muchas habitaciones de hotel, conocí mejor a mis amigos, quise viajar con muchos, de nuevo. No quise viajar con otros, de nuevo. Probé comidas tan buenas que me hicieron feliz, probé otras en las que parecía que el platillo principal era moscas. A veces ni comí.

Pedí aventón muchas veces y lo recibí unas cuantas. Me peleé con muchas olas y mares curiosos. Vi puestas de Sol y comencé a dormir cuando aparecía el Sol. Aprendí de una vez la majestuosidad de mi país y quise seguir conociéndola.

Quiero ser mejor y decidí  prepararme mucho más. Gastar la mayor cantidad de oportunidades y probar la vida para no quedar vacío. Quise hacer historias para mi y luego contarlas a otros. Aprendí que el mundo tiene un camino muy largo y no hay que detenerse ni ir hacia atrás. Aprendí que no es prudente apresurar las cosas, pero se me olvidó en el camino.

He descubierto tanto y eso me hace querer mucho más. Tengo miedo a que se acabe el tiempo antes de lo previsto. Odio las muertes fáciles y me da asco quedarme quieto. Duermo poco y tomo café cuando se me olvida la gastritis. Duermo con calcetines y a veces me da mucha sed. Ando enamorado pero me sólo por día. La espalda me duele cuando duermo más de 5 horas. Toco la guitarra por las madrugadas y escribo mejor a las 3 de la mañana. Sigo leyendo mucho y aprendí los libros de la biblioteca. Amo mi Universidad y si pudiera viviría en ella. 

Mi contrato en casa vence a los 22, si se puede salir antes, mejor. 

Me esperan muchos caminos, ahora ando corriendo y ya no echo volados para saber por cual seguir. Pienso mucho e imagino el doble. 

Sigo andando y soy feliz, mi nombre: Rodrigo YéPz.


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