miércoles, 16 de marzo de 2011

QUÉ CHIDAS LAS IMÁGENES DEL TSUNAMI ¿NO?

Pues ya todos sabemos lo que sucedió en aquella parte del mundo, en donde lo que ha sucedió suele dejarnos, las primeras veces, sin palabras y pensando lo horrible que sería si nosotros estuviéramos en esa situación, y si somos un poquitín menos egoístas, lo horrible que sería para las personas que sí vivieron la desastrosa experiencia, primero del terremoto, y posteriormente la inmensa ola que arrasó con todo en minutos. 

Vemos los videos por aquí y por allá, y estamos a la espera de nuevas imágenes, de nuevos videos, de nuevos testimonios de las personas que estuvieron ahí, y si están llenas de sangre y todas golpeadas mucho mejor, y qué suerte si nos toca verles llorando. Youtube se actualiza en cada instante, CNN tiene nuevos y mejores momentos captados en HD. 

Qué feo, no sé, por ejemplo, ver las olas llevándose los cientos y cientos de automóviles que quietecitos y sin poder moverse esperan cautelosos que la ola los arrastre, las lanchas, que como en el Día Después de Mañana, caminan a entre las calles cual personas cotidianas. Y luego, que si explota, que si no explota la planta nuclear… todos estamos atentos, a la espera, viendo a Dóriga, ¿Atentos a la gente? ¡NO! Tontos, atentos a ver qué tan chida y espectacular se ve la explosión, se verá como una bomba atómica, se verá la expansión así súper película de cine. 

Gente, por un momento, por un segundo, veamos las cosas como realmente son, hay gente sufriendo, gente que perdió todo, y cuando digo todo no me refiero a las televisiones plasmas de las que Japón está infestado, cuando digo todo es familia, hermanos, padres, hermanos, gente que no puede dormir, ya ni si quiera por estar recordando lo sucedido, no, no hay tiempo para recordar todavía, ahora es momento de no dormir por estar atentos a las réplicas, a posibles nuevos Tsunamis, a las explosión nuclear, que según expertos sería apocalíptica. Dejemos el morbo por un rato, y seamos empáticos. 

Imaginemos, un instante, si nosotros estuviéramos allá, sin luz, sin agua, sin nada más que miedo. ¿Nos gustaría que el mundo estuviera viéndonos llorar por Youtube? 


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